31 mayo, 2007
Menuda viejecita
Viejitos
Una viejita esta afuera de una casa queriendo tocar un timbre, pero ella no lo puede tocar porque no lo alcanza, de repente llega un señor y muy amablemente se ofrece:
Señora, buenos días, ¿En qué puedo ayudarle?
Por favor joven, ayúdeme a tocar el timbre.
Señora, con mucho gusto, le respondió.
Ya señora, y ¿Ahora qué?
La viejita le responde:
¡A correr!
Suscribirse a Entradas [Atom]