09 enero, 2008

 

Pero Él les dirige en seguida la palabra y les dice:

-«Ánimo, soy yo, no tengáis miedo.»

Entró en la barca con ellos, y amainó el viento.

Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque eran torpes para entender.


 

Une la práctica con la teoría

Un filósofo decide tomar un bote para cruzar un río y continuar sus estudios en una isla. Le paga dos euros a un barquista quien emprende viaje.

El filósofo entabla una conversación con el barquista:
filósofo: "disculpe buen hombre, ¿sabe usted historia?"
barquista: (con desagrado responde) "No"
filósofo: "... entonces usted ha perdido la mitad de su vida, ¿sabe usted matemáticas?"
barquista: "NO"
filósofo:"... entonces usted ha perdido más de la mitad de su vida"
Unos minutos después un fuerte viento sopla y una tormenta sorprende a ambos, el bote se vuelca cayendo el filósofo y el barquista al agua,

 entonces...
barquista: "¡sabe usted nadar!"
filosofo: "¡NO!"
barquista: " Entonces usted acaba de perder toda su vida!"



 

José Hernández, dijo...

Sepan que olvidar lo malo también es tener memoria.

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