04 febrero, 2008
En el momento de embarcarse,
El hombre que había estado endemoniado le pidió que lo dejara quedarse con él. Jesús no se lo permitió, sino que le dijo:
"Vete a tu casa con tu familia, y anúnciales todo lo que el Señor hizo contigo al compadecerse de ti".
El hombre se fue y comenzó a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho por él, y todos quedaban admirados.
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