11 diciembre, 2006
Sarcasmo a raudales
Él: No sé porque usas sostén; no tienes nada que poner en él.
Ella: Tú usas calzoncillos, ¿no?.
Él: Me amas solo porque mi padre me dejó una fortuna.
Ella: No, querido. Yo te amaría sin importar quien te la dejó.
Él: Cinco centímetros más y sería un rey.
Ella: Cinco centímetros menos y serías una reina.
Un matrimonio circulaba en su vehículo por la cordillera alpina sin decirse ni una palabra debido a una pelea que acababan de tener, y sin ninguna perspectiva de reconciliación. Mientras pasaban por una hacienda donde había varias mulas y cochinos.
El esposo sarcásticamente preguntó:
- ¿Familiares tuyos?.
- Sí... mis suegros y cuñados.
Ella: Tú usas calzoncillos, ¿no?.
Él: Me amas solo porque mi padre me dejó una fortuna.
Ella: No, querido. Yo te amaría sin importar quien te la dejó.
Él: Cinco centímetros más y sería un rey.
Ella: Cinco centímetros menos y serías una reina.
Un matrimonio circulaba en su vehículo por la cordillera alpina sin decirse ni una palabra debido a una pelea que acababan de tener, y sin ninguna perspectiva de reconciliación. Mientras pasaban por una hacienda donde había varias mulas y cochinos.
El esposo sarcásticamente preguntó:
- ¿Familiares tuyos?.
- Sí... mis suegros y cuñados.
Suscribirse a Entradas [Atom]